A poco de asumir como nuevo ministro de Justicia, Martín Soria aseguró hoy que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner «quiere que la misma Justicia la libere de culpa y cargo» de las múltiples causas que afronta por casos de corrupción presuntamente cometidos durante su mandato presidencial, entre 2007 y 2015.
“Ella -que no tuvo nada que ver, que es inocente, que la acusaron mediática, judicial y políticamente porque eso es el lawfare- quiere que sea la misma justicia la que la libere de culpa y cargo, que es lo que corresponde cuando uno no hizo nada”, declaró a la emisora Radio 10.
Soria, quien ocupa una banca de diputado por la provincia de Río Negro, cargó además contra las presuntas maniobras que el kirchnerismo le atribuye a la gestión del expresidente Mauricio Macri y ratificó la intención de llevar a cabo una reforma judicial que en opinión del Gobierno hace falta «de manera urgente».
“Algo tenemos que hacer para revertir esta situación en la que hoy está el Poder Judicial y no me gusta generalizar: no todos los jueces y fiscales se prestaron a ese juego perverso de sentarse a escondidas en el despacho del expresidente Macri”, puntualizó.
Aseguró que hay “personajes del Poder Judicial que, como dicen los chicos ahora, se zafaron, se pasaron de la raya y se olvidaron del rol fundamental del servicio de justicia que están llamados a cumplir”.
Soria, hijo del gobernador rionegrino Carlos Soria, quien fue asesinado por su esposa, pidió que la oposición presente modificaciones en caso de no estar de acuerdo con las iniciativas que impulsa el oficialismo para reformar la justicia federal, la que lleva adelante procesos contra Fernández de Kirchner y exfuncionarios de su gobierno.
Además impulsará un proyecto oficial que pretende eliminar la norma que dispone que la designación del Procurador del Ministerio Público (jefe de los fiscales) sea aprobada por dos tercios del Senado (mayoría especial) para nombrar un reemplazante en el cargo que ahora ocupa en forma interina Eduardo Casal, quien tiene una larga trayectoria en el Poder Judicial.
Soria sostuvo que hay “un procurador general interino que nadie eligió atornillado a ese sillón”. La oposición aceptó el nombramiento de Daniel Rafecas, propuesto por el presidente de Alberto Fernández. Pero la iniciativa quedó frenada a pesar de que el oficialismo del Frente de Todos es mayoría en el Senado, hecho que se atribuye al rechazo de los legisladores que responden a Cristina Fernández de Kirchner.
“Tenemos una oposición que parece no estar dispuesta a dar el debate y los cambios que necesita de manera urgente el Poder Judicial en la Argentina”, insistió.
«Son los mismos que no alzaron la voz cuando el presidente Macri por decreto, por única vez en la historia, designó dos miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y ahora no quieren dar el debate” sobre los cambios que pretende el oficialismo, agregó.
Sostuvo que “en ninguno de los proyectos que se presentaron hasta ahora existe la más mínima posibilidad de cambiar jueces, además conociéndola a la vicepresidenta (Fernández de Kirchner) es lo que menos querría”.
“Si por cumplir con mis deberes y obligaciones me van a tener miedo, allá ellos, será porque algo hicieron mal”, subrayó el designado ministro de Justicia.
Soria asumirá el cargo una vez que la Cámara de Diputados de la Nación apruebe su renuncia a la banca que ocupa por la provincia de Río Negro.
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