El conflicto entre el sindicato de Camioneros y la cadena de supermercados Walmart Argentina sigue sin acuerdo a la vista, al fracasar una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo cuando rige una conciliación obligatoria que debió ser prorrogada por un plazo de cinco días hábiles.
El sindicato exige que Walmart despida, indemnice y reincorpore de forma inmediata a 500 empleados del centro de distribución que se encuentran bajo el convenio colectivo de Camioneros, a lo que se niega la cadena de supermercados de origen estadounidense comprada a fines del año pasado por el empresario y exdiputado Francisco de Narváez.
“La situación está muy dura, las dos partes se niegan a bajarse de su posición”, señaló a la prensa una fuente vinculada a las negociaciones para superar el conflicto en momentos en que se teme la reanudación de huelgas como las que paralizaron al centro de distribución de Walmart en el municipio bonaerense de Moreno.
El sindicato liderado por Pablo Moyano, uno de los hijos de la federación que dirige Hugo Moyano, afirma que Walmart Argentina es «una nueva empresa» en la que no hubo una transferencia de los contratos de trabajo por lo que los empleados deben ser despedidos e indemnizados y ser nuevamente incorporados.
Walmart Argentina aduce que lo que se le exige «es una práctica ilegal, no prevista por ningún marco legal vigente ni con la forma en que la empresa desarrolla su actividad en el país”.
A fines de marzo pasado, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, sostuvo que no hay ninguna norma que obligue a la cadena de supermercados a pagar una indemnización a los trabajadores por el cambio de manos de la compañía, por lo que consideró que la disputa es un “conflicto de intereses”.
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