Casi un tercio de los trabajadores (27,4%) se encontraron en situación de pobreza al finalizar el año pasado debido a los menores ingresos por la paralización de actividades económicos y sobre todo por los altos niveles de inflación, según un estudio del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina.
El estudio «Efectos de la pandemia Covid 19 sobre la dinámica del trabajo en la Argentina urbana» destaca que quienes más se empobrecieron fueron los empleados con trabajos marginales, quienes residen en el conurbano bonaerense y las mujeres.
Más de la mitad de los trabajadores argentinos se desempeñan en la informalidad y en los últimos tres años perdieron un 18,8% de poder de compra, apunta.
Un trabajador pobre se define como cualquier persona ocupada que trabaja, más allá de si lo hace por su cuenta, o es asalariada, en el sector formal o informal, y vive en un hogar que no alcanza a cubrir la canasta básica total.
La serie de la investigación comienza en 2010, cuando el 17,7% de los trabajadores era pobre. La cifra se situó en 15,7%. durante 2015, pero desde el año siguiente comenzó a subir, bajó en 2017 y desde 2018 “marcó un punto de inflexión”. Con la crisis cambiaria la pobreza de los trabajadores se disparó hasta llegar al 27,4% en 2020.
“La estructura ocupacional no varió con los años, por lo que los aumentos también son el resultado de un fenómeno de aumento de la inflación y pérdida de poder adquisitivo”, explicó.
En el 2017, el 6% de los trabajadores del sector formal privado eran pobres mientras que el año pasado la cifra se incrementó hasta el 18,5%.
“Un trabajador pobre es una contradicción en sus términos. Existe la idea de que, si trabajás no sos pobre, lo cual en Argentina no ocurre”, aseguró el investigador Santiago Poy al diario Ámbito Finenciero.
El estudio se complementa con el informe de la UCA titulado «La crisis del empleo en la Argentina más allá del COVID-19. Soluciones posibles. Políticas necesarias».
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