El Fondo Monetario Internacional (FMI) analizará el 25 de junio próximo la propuesta que impulsa la directora gerente de ese organismo, Kristalina Georgierva, para distribuir 650.000 millones de dólares entre los países socios con el fin de mitigar el impacto económico de la pandemia de Covid 19, en cuyo caso Argentina recibiría unos 4.400 millones de dólares.
El reparto de fondos adicionales tiene el apoyo de Estados Unidos y otros países con peso dentro del directorio del organismo multilateral.
Si se aprueba formalmente esa iniciativa, deberá esperarse la aprobación de la Junta de Gobernadores para que defina las condiciones para la asignación de los fondos en Derechos Especiales de Giro (DEG, la canasta de monedas con la que se administran los recursos). Para ello hace falta el voto favorable de países que representen una mayoría de 85% de la totalidad de los votos.
A raíz de ese trámite, la decisión final podría concretarse en agosto, evaluó el vocero del organismo, Gerry Rice. Los DEG son un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros.
Hasta el momento se ha asignado a un total de DEG 204.200 millones (equivalentes a aproximadamente USD 293.000 millones) y su valor se basa en una canasta de monedas formada por el dólar estadounidense, el euro de la Unión Europea, el reminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina británica.
La Argentina tiene un 0,67% de participación en el directorio del Fondo Monetario, por lo cual le corresponderían cerca de US$ 4.400 millones que el ministro de Economía, Martín Guzmán, pretende detinar a aumentar las reservas líquidas del Banco Central, si bien el sector kirchnerista del Frente de Todos advirtió que esos fondos deberían usarse para planes de asistencia social ante la pandemia.
También se evalúa usar ese dinero para cancelar deuda con el propio FMI, otra opción que contrasta con el proyecto presentado por senadores kirchneristas para que se destine a financiar medidas vinculadas con la consecuencias de la pandemia en la economía.
Héctor Torres, exrepresentante argentino ante el FMI, sostiene que «la mejor forma de utilizar los DEG para ‘sostener y promover la actividad y el empleo’, como dice el Gobierno, me parece una declaración lo suficientemente vaga como para tener varias respuestas».
«Por ejemplo, puede argumentarse que impulsar la estabilidad macroeconómica es indispensable para promover la actividad y el empleo. Eso puede traducirse en usarlas para reforzar las reservas del Banco Central o para saldar pasivos externos del país y evitar caer en un nuevo default que nos aísle del mundo y desestabilice la ya precaria estabilidad de la economía», declaró al canal TN.
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