El presidente Alberto Fernández firmó un decreto de necesidad y urgencia (DNU) para habilitar la compra e ingreso al país de vacunas contra la Covid 19 producidas por los laboratorios estadounidenses Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, como reclamaba la oposición en medio de ásperas polémicas.
El DNU elimina la palabra «negligencia» de un articulo de la ley aprobada en octubre pasado para darles garantías legales a los laboratorios. Tal palabra había sido el motivo por que el Pfizer se negó a firmar un contrato de provisión de vacunas.
Con este cambio legal, no sólo podrá comprar esas vacunas sino también recibir la donación de dosis que Estados Unidos se comprometió a hacer a países latinoamericanos.
La firma de un contrato con Pfizer por trece millones de vacunas quedó descartada por objeciones del laboratorio a algunos términos de la ley aprobada en octubre pasado y que habían sido introducidos por el oficialista Frente de Todos.
En los últimos días se había avanzado en la negociación con Pfizer, Johnson & Johnson (Janssen) y Moderna, así como también con autoridades de la Casa Blanca para destrabar un acuerdo con los laboratorios estadounidenses, apuntaron fuentes oficiales.
El DNU modificó aspectos de la ley de vacunas que no contemplan los requerimientos de los laboratorios estadounidenses. Algo similar había propuesto hacer por ley la oposición de Juntos por el Cambio, pero la iniciativa fue rechazada por el oficialismo.
Fernández dictó el DNU en momentos en que el 59% de la población considera que el factor que determinó el elevado número de muertos y contagiados con la Covid se debe a las demoras en el plan de vacunación y fallas en la estrategia sanitaria del Gobierno, según una encuesta de Giacobbe y Asociados concluida a mediados de junio pasado.
Sólo un 3% de los encuestados cree que los males se deben a que los países desarrollados fueron la prioridad de los laboratorios para proveer de vacunas.
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