El «cepo» que restringe las exportaciones de carne vacuna provocó un desfase financiero de entre 7.400 y 8.800 millones de pesos en perjuicio de los productores de ganado por la caída de precios de la vaca «vieja» y el aplazamiento de ventas al mercado de China, destaca el informe Rosgan difundido por la Bolsa de Comercio de Rosario.
Hasta mayo pasado, cuando primero se prohibieron las exportaciones de carne, limitadas luego al 50% de lo registrado en 2020, China venía acaparando más del 75% de las ventas al extranjero, apuntó.
La ventas de vacas «viejas» o «de descarte» al mercado chino se habían transformado en la posibilidad de valorizar una categoría que antes se comercializaba a bajos bajos precios.
En medio de las restricciones en los últimos dos meses, los ganaderos colocaron para la faena “un 30% menos de vacas que las enviadas un año atrás, esto es unas 160.000 cabezas menos entre mayo y junio”, remarcó el Rosgan (indicador del mercado ganadero de Rosario).
Además, “los valores promedio de toda la categoría cayeron un 20% a causa del cepo, siendo la conserva la más afectada al pasar de niveles medios de $100 a $70 en los últimos dos meses”, indicó.
“Esta postergación de venta, sumado a la pérdida de valor de mercado de este tipo de hacienda, implica para el sector productor un bache financiero de entre $7.400 y $8.800 millones, sin contar los costos extras de suplementación a los que muchos productores se han visto forzados a incurrir para sostener estas categorías o incluso, a la pérdida por mortandad en aquellos casos en los que su único destino fue retenerlas en un campo natural, sin mayores reservas”, puntualizó.
Sostuvo que “si en un escenario hipotético de extremo sumáramos a los volúmenes de faena de julio del año pasado (225.000 vacas) toda la faena postergada de los últimos 60 días, la oferta de este mes podría alcanzar unas 385.000 vacas, más del doble de lo faenado durante junio, algo que indefectiblemente terminaría impactando en nuevas bajas de precio”.
Las restricciones a las exportaciones de carne con el alegado propósito de frenar las alzas de precios en las carnicerías fueron motivo de una huelga ganadera de dos semanas y de la masiva protesta del campo llevada a cabo el 9 de julio pasado.
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