La fuga de divisas o «atesoramiento» de dólares alcanzó en julio pasado a los 128 millones de dólares, un 298% más que el mismo mes de 2020, según las estadísticas de “formación de activos externos del sector privado no financiero” elaboradas por el Banco Central (BCRA).
El resultado muestra además que en julio pasado sólo el 20% de las divisas compradas por el BCRA quedaron como reservas monetarias, que actualmente se calculan en un total de entre 6.500 y 7.200 millones de dólares.
El efecto estacional del pago de aguinaldos, acentuado por el aumento del «piso» (mínimo no imponible) para el pago del impuesto a las Ganancias, fue uno de los motivos del nivel de fuga de capitales debido al aumento de la cantidad de dinero en circulación. También influyó la incertidumbre provocada por la campaña proselitista para las elecciones legislativas del 14 de noviembre próximo, coinciden analistas.
Se calcula que los argentinos tienen alrededor de 250.000 millones de dólares guardados en el país fuera del sistema financiero formal, es decir «bajo el colchón» o en cajas de seguridad.
De todos modos, en lo que va del año el «atesoramiento» de dólares mantiene un saldo positivo, dado que hubo una entrada neta de capitales del orden de los 74 millones de la moneda estadounidense. Durante el primer trimestre del año dejó un ingreso positivo de 152 millones de dólares, mientras que en el segundo (abril-junio) el balance positivo fue de 48 millones.
En junio pasado la fuga de capitales llegó a los 32 millones de dólares, cifra que se triplicó en julio.
Aunque se trata de montos muy inferiores a los de los primeros siete meses del 2020, cuando el «atesoramiento» o fuga de capitales sumó 1.826 millones de dólares, los analistas se preguntan si el resultado de julio pasado supone una reversión de la tendencia hacia una mayor salida de divisas del sistema financiero formal.
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