El presidente Alberto Fernández aprovechó la presencia del enviado especial de Estados Unidos, John Kerry, y del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en la Cumbre Latinoamericana sobre Cambio Climático para citar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) e insistir en la necesidad de canjear deudas por acciones en favor del ambiente.
“Los canjes de deuda por acción climática, los mecanismos de pagos por servicios ecosistémicos y el concepto de deuda ambiental y de la categoría de acreedores ambientales que ostentan los países menos desarrollados son otras claves para la salida de la crisis”, aseguró.
Al evaluar formas de financiamiento para los países en desarrollo que se adhieren a medidas contra el calentamiento global, reiteró que los canjes de deuda por acción climática son «una de las claves» para salir de la “crisis generalizada”.
“Necesitamos aplicar la emisión de los derechos especiales de giro del FMI a un gran pacto de solidaridad ambiental que incluya esencialmente a países de bajos ingresos y de renta media, y que sirva para extender los plazos, los pagos del endeudamiento y la aplicación de menores tasas bajo las actuales circunstancias de estrés sanitario y ecológico”, sostuvo Fernández.
El presidente dijo que aludió a esta cuestión desde “un país particularmente afectado por el endeudamiento tóxico y depredador”, pero consideró que “también tiene sentido para el resto de los países que han aumentado su exposición en la deuda durante la pandemia».
«Shock climático y shock financiero producto de una crisis generalizada de deuda no son compatibles para un mundo mejor”, remarcó el jefe del Estado, que ya había hecho un planteo similar a Kerry cuando se reunió con el diplomático estadounidense en Roma en mayo pasado.
“Los trabajos del futuro serán sustentables, si no, no lo serán”, aseguró Fernández, para quien el sistema de gobernanza global «no demostró ser eficaz para movilizar recursos» hacia los países en desarrollo. “Necesitamos una justicia social ambiental, que es el nuevo nombre del desarrollo en nuestra región”, puntualizó.
Argentina negocia con el FMI un crédito de facilidades extendidas con mayor plazo de pago y menores intereses que los previstos en el estatuto del organismo multilateral para refinanciar deudas por unos 45.000 millones de dólares contraídas por el acuerdo de contingencia (stand by) firmado en 2018.
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