La Argentina es el cuarto país con mayor inflación en el mundo, según el análisis de datos del último informe Perspectivas Económicas Mundiales del Fondo Monetario Internacional (FMI) difundido hoy en su sede de Washington, donde se celebra la asamblea anual del organismo.
El informe calcula que la economía argentina crecerá este año en un 7,5%, un punto porcentual y medio por encima de anteriores previsiones, luego del retroceso cercano al 10% registrado en 2020 como resultado del impacto de la pandemia de coronavirus. Con esa previsión, la economía argentina terminará este año con un crecimiento del orden del 0,5% en relación a 2015.
«La inflación asusta» subraya el informe en alusión a la disparada de los precios al consumidor en todo el mundo, provocado en buena medida por los problemas de suministros que trajo la pandemia de la Covid-19.
En este contexto, la Argentina, con un alza de precios calculada en 48,2 %, aparece cuarta en una clasificación de países con inflación de dos dígitos, detrás de Venezuela (2.700% anual), Sudán (115,5%) y Surinam (48,6%).
Gita Gopinath, economista jefe del FMI, dijo en rueda de prensa que “las expectativas de inflación están desancladas, en parte por la dependencia del financiamiento monetario en la Argentina”.
“Seguimos trabajando con el gobierno argentino para lograr un crecimiento sostenido”, afirmó en alusión a las gestiones del ministro de Economía, Martín Guzmán, y del jefe de gabinete, Juan Manzur, en reuniones paralelas a la asamblea que se desarrolla en Washington.
La inflación promedio en el área de América Latina y el Caribe se sitúa en el 9,7%, menos de la cuarta parte de la suba que registraría la Argentina este año de acuerdo a cálculos provisorios.
El Gobierno calcula que este año la inflación llegará al 45% anual y al 33% en 2022, pero consultoras y analistas privados calculan más del 48% y un 46 %, respectivamente. Varios analistas vaticinan que la inflación del año próximo oscilará entre 55 y 60 % en vista de que se esperan aumentos de tarifas de servicios públicos y combustibles, además de una mayor devaluación del peso frente al dólar. Las tarifas y los precios de los combustibles permanecen retrasados mientras que hay una brecha del orden del 85% entre la cotización oficial del dólar y el «blue» o paralelo y los financieros.
Las proyecciones del FMI muestran que en los países desarrollados la inflación volverá a un ritmo de 2% anual en el primer semestre de 2022, un nivel en línea con los objetivos de sus bancos centrales. Para los países en desarrollo, prevé una inflación promedio anual de 6,8%, dentro de un proceso de reducción hasta el 4% anual.
Deja tu comentario