La muerte del futbolista adolescente Lucas González a manos de agentes de la policía de la ciudad de Buenos Aires en un aparente caso de «gatillo fácil» desembocó hoy en ataques del ala kirchnerista del Gobierno contra la política de seguridad ciudadana que llevan adelante las autoridades porteñas.
El senador kirchnerista Oscar Parrilli pidió al Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta que «revise muy profundamente a sus fuerzas de seguridad», como también reclamaron la legisladora porteña Claudia Neira, la presidente de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, mientras que el INADI exigió que se investigue si hay una política de «persecución a los jóvenes».
En tanto, María Eugenia Vidal, diputada electa de Juntos por el Cambio por la ciudad de Buenos Aires, expresó sus condolencias a la familia de González y remarcó que la política de seguridad porteña no tiene nada que ver con los casos de «gatillo fácil».
“Uno de los policías que mató a Lucas fue a espiar a Cristina (Fernández de Kirchner) en Calafate cuando los mandó (el juez Claudio) Bonadio» en la investigación de presuntos casos de corrupción durante la gestión presidencial de la actual vicepresidente de la Nación, aseguró Parrilli.
Dijo que el alcalde porteño “debe revisar muy profundamente el accionar de su policía”.
Claudia Neira sostuvo que “la policía debe explicar qué estaba haciendo» en el barrio porteño de Barracas, cuando tres agentes de civil dispararon contra el automóvil en el que viajaban González y otros tres adolescentes, en la mañana del miércoles pasado.
Hebe de Bonafini acusó a los oficiales de “odiar a la juventud”. “Odian al que disfruta de la vida. Ellos quieren que sean amargados como ellos, que están pensando nada más en matar”, aseguró la presidente de Madres de Plaza de Mayo.
El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) reclamó que la justicia investigue si los agentes policiales “se condujeron bajo perfiles racistas y discriminatorios”.
La familia de Lucas González contrató a Gregorio Dalbón, uno de los abogados de Cristina Fernández de Kirchner, para que lleve adelante la querella contra la Policía porteña por la muerte del joven futbolista, quien revistaba en las divisiones inferiores del club Barracas Central.
«Mis condolencias a los padres de Lucas. No hay palabras para quien pierde un hijo, más de esta manera. Estamos a disposición. El gobierno de la Ciudad hizo rápidamente la separación y desarme de estos policías», destacó Vidal.
«Si fuera una doctrina de seguridad, hubiésemos tenido más casos de gatillo fácil. No solo se dan en la ciudad sino en todo el país. Pero esto no define al conjunto de la Policía de la Ciudad ni a una doctrina de seguridad», remarcó.
«Hay que ser implacable, porque si no, es un mensaje equivocado», subrayó.
La diputada electa de Juntos por el Cambio habló sobre su experiencia como gobernadora bonaerense: «Lo vi en la provincia de Buenos Aires. Eché a miles de policías corruptos y que cometieron violencia institucional. (El ministro bonaerense de Seguridad) Sergio Berni reincorporó a 400 de los miles que sacamos», puntualizó.
Deja tu comentario