Funcionarios del Ministerio de Economía y del Banco Central viajarán el sábado próximo a Washington para una reunión directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de avanzar en un acuerdo de facilidades extendidas que refinancie la millonaria deuda del préstamo «stand by» firmado en 2018.
El objetivo es «continuar avanzando en los entendimientos técnicos en el marco de las negociaciones con ese organismo multilateral de crédito, para un programa que permita refinanciar el préstamo tomado en 2018», indicó hoy un comunicado del Ministerio de Economía a cargo de Martín Guzmán, quien no formará parte de la misión.
En junio de 2018 el Gobierno de Mauricio Macri anunció un acuerdo con el FMI para recibir un préstamo de contingencia (stand by) por 50.000 millones de dólares que fue ampliado en otros 7.000 millones en octubre de ese año. En junio de 2019, la Argentina recibió la última transferencia y acumuló desembolsos por un total de 44.154 millones de dólares cuyos vencimientos son los que se busca refinanciar.
A fines de diciembre vence un pago por unos 1.900 millones de dólares, mientras que tres meses después, en marzo de 2022, vence una amortización de capital por 19.000 millones. Además está aplazado el vencimiento de deudas con el Club de París que vencieron este año y se espera refinanciar al calor de un nuevo acuerdo con el FMI.
Fuentes del Palacio de Hacienda dijeron que el ministro Guzmán permanecerá en Buenos Aires en vista del próximo tratamiento parlamentario del proyecto de Presupuesto Nacional 2022, cuyo original quedó desactualizado por la inflación y las emisiones de pesos realizadas en la campaña electoral para solventar un mayor gasto público.
Además, el Gobierno prepara un proyecto de «plan económico plurianual» atado a un nuevo acuerdo con el FMI que pondrá a consideración del Congreso, donde la oposición de Juntos por el Cambio pone condiciones para aprobarlo.
Las negociaciones comenzaron ni bien asumió el Gobierno del Frente de Todos, en diciembre de 2019, y tomaron fuerza tras la reestructuración de la deuda con los acreedores privados, en agosto de 2020.
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, garantizó la semana pasada ante empresarios que el Gobierno buscará «por todos los medios» un acuerdo con el Fondo Monetario.
Las negociaciones con el FMI se llevan a cabo en momentos en que las reservas del Banco Central están en bajo nivel, las tarifas de los servicios públicos acumulan un fuerte atraso, la inflación se proyecta este año en torno al 50% anual y el déficit del Tesoro ronda el 3% del Producto Bruto Interno, entre otros factores negativos.
«Estamos haciendo todos los esfuerzos para que las autoridades del organismo acepte un acuerdo que nos permita continuar con este proceso de crecimiento económico que hemos comenzado», afirmó Manzur.
A su vez, Martín Guzmán aseguró que «el principal escollo» para mantener la estabilidad del país «es la deuda con el FMI», que pretende refinanciar «sobre la base de términos que permitan que la economía argentina se pueda seguir recuperando».
Apenas conocida la derrota electoral del Gobierno en las legislativas de noviembre pasado, el presidente Alberto Fernández anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley con el marco del programa que se discute con el FMI.
«En la primera semana de diciembre de este año, enviaremos al Congreso de la Nación un proyecto de ley que explicite el ‘Programa económico plurianual para el desarrollo sustentable'», dijo.
Un acuerdo de facilidades extendidas permitiría financiar la deuda con el FMI a diez años de plazo con seis de gracia y sobretasas de interés, unos términos que el Gobierno pretende flexibilizar. Para cambiar esas condiciones hace falta el 70% de los votos en el directorio del FMI, controlado por Estados Unidos y otras potencias económicas que son socios mayoritarios del organismo multilateral.
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